jueves, 29 de septiembre de 2016

INTERIOR COMPARTIDO




     Le dije que no viniera, que esto lo tenía que solucionar sola.

   Intento responder con precisión, pero ella no puede callarse y quiere contestar por mí.

     El doctor me pregunta:

  - ¿Qué piensa señorita? la veo como distraída. 

    Respondo:

  - Nada.

    Ella me susurra:

 - Mentirosa, solo deseas abalanzarte sobre él y clavarle tus manos en su cuello, ¡vamos! ¡hazlo! ¡cobarde!

   Estoy tranquila, por mucho que ella insista no pasará nada la camisa de fuerza me impide mover los brazos, además enseguida estaremos de vuelta en nuestra habitación del manicomio y ella podrá seguir viviendo su mundo en mi interior.



(microrrelato enviado al programa Wonderland/RNE4 17/09/16)



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