viernes, 7 de octubre de 2016

CAPERUCITA ROJA



     Caperucita cada mañana salía de casa de su abuela rumbo al instituto, y por muy diferentes caminos que tomara siempre se topaba con ellas, allí estaban como una manada de lobas hambrientas dispuestas al ataque.

     - Caperucita que guapa vas hoy vestida de rojo (empujón)

     - Caperucita mira que te pintas (tirón de pelo)

     - Caperucita si pareces una putita (zancadilla y al suelo)

   - Caperucita que haces tirada como una basura (patada al estomago)

     Todo ello aderezado con unas sórdidas risotadas. 

     Y así casi todos los días, siempre llegaba tarde al instituto, si es que llegaba, pero a su abuela nunca le contaba nada.

    - Que me he tropezado camino del instituto.

     Pero ella ya no aguantaba más, debía poner fin a ello.

     La mañana de aquel día había citado a las lobas en el portal de su casa.

   Mientras su abuela aún dormía, ella se asomó para comprobar que ya estaban allí. 

    Entonces se subió a la repisa de la ventana y les gritó “ahora bajo”, cuando ellas alzaron la vista, Caperucita, con su vestido rojo, ya había iniciado su vuelo hacia la felicidad.



Fotografía: Laura Zalenga

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