viernes, 14 de octubre de 2016

EL TRAJE


     Desde pequeño era un enamorado de los superhéroes, con el paso de los años aumentó su interés, sobre todo por Superman.

     Se había comprado y leído todos los comics, se había visto todas las películas.

     Durante unos años estuvo ahorrando dinero, ya que le había comentado un compañero de trabajo que en una tienda de Londres vendían trajes idénticos a los de Superman. Por fin había reunido lo suficiente e hizo el pedido.

     Al cabo de unas semanas le llegó a casa el aviso de correos indicándole que podía pasar a recoger un paquete, el paquete, el traje.

     Ese día estaba muy nervioso, fue a la estafeta y rápidamente regreso a su casa, lo abrió inmediatamente, sus ojos brillaban en azul y rojo, no paraba de tocarlo. No lo dudó, no pudo resistirse y con gran ceremonial se lo enfundó. Se miró al espejo, allí estaba su superhéroe. Superman.

     La emoción le hizo subir rápidamente a la azotea, oteó el cielo y pensó habrá que probarlo, y se lanzó…

     Pero se le había olvidado un pequeño detalle, no sabía volar.

     Todos los sueños de su vida quedaron estampados sobre el asfalto.



Fotografía: Rosie Hardy

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