miércoles, 24 de mayo de 2017

LINDO GATITO


    Hay días que es mejor no levantarse, como cuando me rompieron el menisco.

      Era un trabajo sencillo, seguro, solo servir mesas y callar. Iba a llevarles la última ronda cuando tropecé con aquella bola de nieve. Las viandas salieron disparadas de la bandeja, como por una catapulta, hacia la mesa del cenador. Aterrizando estrepitosamente sobre el cura, el alcalde, el médico y D.Pepone. Inmediatamente sus guardaespaldas me dispararon en una rodilla, gritándome: ¡Torpe! Pero no se debió por manchar al médico, o descubrir que el alcalde iba de farol, o ver que bajo la sotana del cura la chica de D.Pepone tocaba la flauta. ¡No! ¡No! Fue por pisar, aplastar y despanzurrar el minino de D.Pepone.

(microrrelato publicado en www.cincopalabras.com 4ª semana Mayo/17)



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