Aquella cuaresma, todas las tardes, D.Carmelo, el cura, y Dª.Amalia, la mayor beata, a la luz de las velas y bajo la sombra del confesionario, vivían una verdadera historia pecaminosa. Mientras le daba la absolución, D.Carmelo, solo pensaba en el tesoro que, Dª.Amalia, escondía bajo su falda. Solo quería acariciarlo y posar sus labios sobre él. Inmediatamente que le decía la penitencia a cumplir, Dª.Amalia alzaba sus ropas, mostrándole su deseo más anhelado. Él, lujuriosamente, saboreaba aquel tierno bocadillo de chistorra, asada a fuego lento.
Entre bocados y padrenuestros, y mientras D.Carmelo se golpeaba el pecho, decía: Más vale morir en pecado que de hambre.
(Las palabras son: LUZ / SOMBRA / HISTORIA / FUEGO / PECADO)
Fotografía: Umberto Verdoliva