Ha llegado el momento de mi retirada. Son muchos años llevando mi arte, si así se puede llamar, por multitud de escenarios. Reconozco que con quien peor lo he pasado ha sido con los niños. Aunque, con cualquier público he aplicado siempre el método de no mirar nunca a los ojos, ya que hay miradas que matan.
Al principio muchos se alegrarán de mi marcha. Dirán que era necesario un cambio de cultura en el mundo. Aunque, con el paso del tiempo, me echarán en falta. No podrán vivir sin mí. Clamarán por mi regreso.
Pero, quien iba a pensar que hasta a la muerte le llegaría su hora.
Las palabras son: ARTE / ESCENARIOS / NIÑOS / PÚBLICO / CULTURA
La muerte, por mucho que queramos, no muere nunca. Un texto muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarLa muerte es inmortal.
Un beso.