Quizá ocurra mañana o algún día o nunca, pero siempre quedan pensamientos imposibles de borrar. No hay nada que se recuerde tanto como lo que más se quiere olvidar. Su rostro, ya marchito, aún se inunda de lágrimas al evocar con voz temblorosa aquellas noches de pavor en los internados del miedo. Cuando, amparados por su Dios y la oscuridad, sotanas levantadas yacían sobre inocentes cuerpos. Y así una y otra vez.
Relato escrito para EstaNocheTeCuento-ENTC convocatoria de ENTCerrados 3
Para escribirlo te dan la frase inicial y final.
Fotografía de Anthony Tran en Unsplash.
Javier hay recuerdos que maltratan al cerebro, por ejemplo la perdida de un ser muy querido
ResponderEliminarTrini, gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Uf. Qué recuerdos de sotanas impías y aberrantes. El texto es muy bueno, como ya nos tienes acostumbrados. Pero no por ello dejo de decirte que me ha encantado
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tu comentario.
EliminarBesos
Uf, qué duro, brutal. Aplausos
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