Esta semana el relato se basa en una fotografía de André de Kertész
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domingo, 27 de septiembre de 2020
¿QUIÉN SOY?
Esta semana el relato se basa en una fotografía de André de Kertész
jueves, 24 de septiembre de 2020
DESCONSOLADA
Empezó a llorar al desabrocharle el primer botón. Conforme mis dedos serpenteaban entre los ojales de su pijama, sus sollozos aumentaron. Parecía faltarle el aire. Cuando quedó desnuda, no sé si temblaba de frío o de miedo. Intenté abrazarla, pero se escabulló de entre mis manos. La sujeté como pude y, aunque estaba acabando con mi paciencia, le susurré al oído que era mi princesa. Entonces, se tranquilizó. Puso el pijama bajo la almohada y la ayudé a vestirse. La cogí de la mano y nos marchamos. Aunque al salir, aún la escuché, gimoteando, que no quería ir al colegio.
domingo, 20 de septiembre de 2020
TÓCALA OTRA VEZ, SAM
Cuando el inspector llegó al escenario del crimen, la forense y su equipo llevaban horas procesándolo todo. Observó a los pies de la víctima un martillo y preguntó: «¿Es esa el arma?»
La forense contestó: «No. Pese al aspecto, no recibió ningún golpe. El cuerpo se encontraba desnudo y atado de pies y manos a esa silla. En la cabeza, tenía unos auriculares de gran tamaño sujetos con cinta americana, la misma con la que le habían tapado la boca. Fue un trabajo profesional. No encontramos huellas dactilares. El color amoratado del cadáver lo causó el estallido de los capilares, debido a un estrés nervioso prolongado y extremo. La muerte fue lenta, dolorosa. El asesino grabó una única canción, que sonaba en bucle a un volumen elevadísimo. Esa fue el arma asesina. Creemos que la tortura pudo durar unos tres días».
El inspector interrogó: «¿Qué música puede causar eso? ¿Hardcore? ¿Trap? ¿Heavy metal?»
—«No, inspector, algo más cruel. La víctima escuchó durante todo ese tiempo la ‘Macarena’, de Los del Río».