Ahora ya vestido de calle, mientras se desmaquilla frente al espejo, ensaya cómo decírselo a sus padres. Hoy tendrá el valor de contarles lo que en realidad es. Al llegar a casa, los ha encontrado sentados frente al televisor. Se ha situado delante de ellos, pero, antes de que haya abierto la boca, estos han comenzado a reírse. Él no entendía nada. Ha empezado a sentir un sudor frío en su frente. Cuando se ha secado la cara, se ha dado cuenta del porqué de las carcajadas. Con los nervios, al acabar la función, había olvidado quitarse la nariz de payaso.
jaja, pues así era fácil de adivinar :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos.