Es una chapa metálica que tengo enfrente de mí y que pone "Funeraria El Último Suspiro / Tienda de Misterio", es el único comercio que veo por aquí, imagino que tendrán teléfono y podré llamar a un taller, ya que al coche le ha dado por pararse y no quiere arrancar.
Entro, y de entre la penumbra surge una anciana que sin mediar palabra me hace pasar a una salita contigua y que me aproxime a una mesa camilla que hay en el centro. Me acerca una silla y pone otra junto a mí; ella se sitúa enfrente y dice “siéntense”. Me extraña su forma de hablar, de actuar, le contesto que voy solo y que simplemente quiero llamar por teléfono.
Me mira y con voz profunda dice “¿solo? y esa mujer que le acompaña ¿no es su esposa?”
Me giro, y allí sentada a mi lado, estaba ella, con su sonrisa y la misma ropa con la que la enterramos hace 10 años.
(microrrelato ganador en el mes de julio/16 en el concurso de http://laslecturasdelgato.blogspot.com.es/)
Lo primero que leo esta madrugada y me has metido el miedo en el cuerpo.
ResponderEliminarMenos mal que no lo leí de noche.
Te felicito por lo realista.⚘
Gracias MariE por tu comentario, me alegra que te haya asustado, lo siento, pero eso me indica que lo que pretendía al escribirlo lo he logrado.
ResponderEliminarBesos.