La verdad, estoy cansada de esas miradas de compasión. No soporto más que cuchicheen a mi alrededor pensando que no escucho. Quiero que dejen de manosearme, de hacerme daño y no poder quejarme. Intento gritar con toda mi rabia, pero suena hueco, vacío. Deseo moverme y permanezco aquí, presa, inmóvil. Anhelo todo y no consigo nada. Más que clamar justicia, suplico un poco de amor. Que alguien tenga misericordia de mí y en un acto de solidaridad me dé la libertad. Así, dejaré de ser una mente encerrada en un cuerpo muerto.
Las palabras son: VERDAD / JUSTICIA / AMOR / MISERICORDIA / SOLIDARIDAD
Fotografía de Callie Morgan en Unsplash
Qué final más fuerte. No sé qué pasa en la mente cuando el cuerpo se ha muerto, no creo que haya conciencia sin cuerpo, pero no lo sé.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarMi relato ha intentado plasmar la situación que viven los enfermos a los cuales lo único que les queda sano es la mente. Pero, que por circunstancias de su enfermedad no se pueden mover no comunicar. Por ello mi protagonista suplica que alguien acabe con su vida.
De nuevo gracias por tus palabras.
Besos.
¡¡Uff!! Inquietante
EliminarMuchas gracias.
EliminarUn saludo.