Jaime nunca pensó que la vida sería tan dura cuando vino a la ciudad. En ocasiones, ejerció de chapero para sobrevivir. Ahora, trabaja de albañil. Muchas mañanas, contempla los campos de cultivo desde arriba del andamio. Ojalá, se hubiese dedicado a la agricultura en el pueblo, como le decía su padre con sensatez.
Hoy, al llegar a la obra, el encargado le ha dicho que era su último día. Cuando Jaime ha llegado a lo más alto, ha decidido que no volverá a notar la textura áspera de otra piel sobre su cuerpo. Prefiere sentir la caricia del viento mientras inicia el vuelo hacía su libertad…
Relato publicado 4ª semana Febrero/19 en la web solidaria cincopalabras.com
Las palabras son: VINO / ANDAMIO / AGRICULTURA / SENSATEZ / TEXTURA
En pocas líneas has transmitido toda una vida de alguien insatisfecho y falta de esperanza.
ResponderEliminarSAludos.
Muchas gracias , Manuela, por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Durísimo pero muy buen texto. Ese obrero, decepcionado, quiere ser libre tras la visión de se vida desde arriba del andamio.
ResponderEliminarMuy buen texto. Para variar. Un abrazo
Muchísimas gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
Brutal, Javier, un triste final
ResponderEliminarMuchas gracias, Yolanda, por tu comentario.
EliminarBesos.
Muy buen relato triste pero muy bueno
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Lulu.
EliminarUn abrazo.