Al final del verano, espero el milagro. Es lo que pienso mientras el atardecer acaricia el día. Apuro un café antes de subir a la consulta del cirujano, mi salvavidas. Entro impulsando mi silla de ruedas. Una vez frente a él, me explica la intervención y los riesgos que conlleva. Me afirma que no me puede asegurar el éxito hasta pasados unos meses. Luego, me pregunta si tengo alguna duda. Entonces, aunque en mí todo son interrogantes, solo se me ocurre decir: «Sé que tras la operación seguiré sin poder brincar, pero, cuando mi madre me bañe desnuda, ¿dejará de llamarme Manuel?».
Relato publicado 4ª semana AGOSTO/20 en la web solidaria cincopalabras.com
Las palabras son: VERANO / ATARDECER / CAFÉ / SALVAVIDAS / BRINCAR
Qué final más estupendo, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos
Como siempre en pocas palabras ternura y sorpresa. Gracias
ResponderEliminarMargarita, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn beso.