A Juan le gustaban las fuertes emociones. Ya lo había probado todo y estaba asqueado de llevar una vida tan aburrida. Se pasaba las horas muertas buscando por Internet. De repente, al abrir aquella página web lo encontró. Aquello era rocambolesco y espectacular, justo lo que deseaba. Sus ojos comenzaron a brillar de ansiedad. Además, no se tendría que mover de casa. Le enviarían la caja en una semana.
Al fin, llegó el día señalado. En cuanto se la entregaron la llevó al comedor. La abrió con cuidado y extrajo todos los elementos que portaba en su interior. A continuación, fue siguiendo, paso a paso, las claras y coloquiales instrucciones para montar aquel artilugio: «Coloca el gancho bien sujeto al techo. Pasa la cuerda a través del gancho. A continuación, súbete al taburete y anuda la cuerda alrededor de tu cuello». Con la excitación a flor de piel, Juan, sin pensarlo dos veces, procedió a ejecutar la última instrucción: «Y, para terminar, dale una patada al taburete».
Las palabras son: ROCAMBOLESCO / ESPECTACULAR / BRILLAR / MOVER / DALE
Jopé, suicidio asistido :-)
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo