Cuando te conocí, mi vida se volvió del revés. Me descubriste la cara oculta de la luna al desvelar el misterio de tu mirada. Me mostraste que había al otro lado del espejo. Inventaste un mundo nuevo para mí. Toda yo giraba como una peonza en torno a ti.
Ojalá, nunca hubiese maquillado las marcas de mi rostro el primer día que me pusiste la cara del revés.
Relato escrito a partir de la fotografía de Ibai Acevedo