miércoles, 25 de marzo de 2020

SOLEDAD

     Cada atardecer, cuando me asomo a la ventana a fumarme un cigarrillo, él aparece de repente en el balcón de enfrente. Triste. Solo. Se sitúa entre el enrejado y observa como juegan los otros niños en la calle. Nunca hace ademán de bajar. Su cara está envuelta de melancolía. Incluso, en ocasiones, me ha parecido advertir alguna lágrima recorriendo su rostro. Sobre todo, cuando ve paseando por la acera a su madre y su hermana cogidas de la mano. Entonces, me entran ganas de gritarle, de abrazarle, pero no me atrevo. Aunque lo que me impresiona y paraliza, es que, cuando dan las nueve en el reloj del ayuntamiento, él se levanta y se desvanece atravesando la pared.


Mi aportación al #MIÉRCOLESCREATIVO de Elena Mójer.
Relato escrito a partir de la fotografía del estudio Elmgreen&Dragset






4 comentarios:

  1. Qué inquietante, amigo. Esa imagen de los viernes creativos también me ronda para un post.

    Un abrazo y te cuidas mucho.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras.
      Cuídate mucho.
      Besos.

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  2. Excepcional. Me provocaste un escalofría. Te mando un abrazo y muchos ánimos.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras y tu visita, Franc.
      Muchos ánimos y un abrazo enorme.

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