Había llegado el día que llevaba tanto tiempo esperando. Lo tenía todo estudiado. El lugar mil veces visitado. Había descartado otros de condiciones similares, pero ninguno como aquel se adecuaba a la perfección a sus características. Sabía los pasos a realizar, la distancia correcta y el lugar exacto donde tomar impulso. Lo había realizado tantas veces en sueños que nada podía fallar. Estaba seguro. Su única duda era qué pasaría después del salto. Cuánto tiempo permanecería en el aire. Cómo sería su entrada en el agua. Si sabría colocar sus brazos, sus piernas y su cuerpo, en la posición adecuada.
Por fin, había llegado el día de dejar de soñar, de imaginar. Saldría de dudas y descubriría quién era él en realidad: un pájaro o un pez.
Esta semana el relato se basa en una fotografía de André de Kertész
Una doble opción. Tal vez pez.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarFeliz día de martes.
Besos.