Antes de que Andrés nos enseñara lo que llevaba escondido en su mochila, cerró la puerta y nos hizo prometer que no se lo contaríamos a nadie. Entonces, la abrió y de un bolsillo lo sacó. Se nos pusieron los ojos como platos. Sabíamos de él de oídas o por alguna fotografía, pero nunca lo habíamos visto así, tan de cerca. Ante el asombro de todos, Miguelito musitó: «¡Un condón!». A todos nos entró la risa floja. Mientras lo manoseábamos con entusiasmo, Juan preguntó: «¿Cómo lo has conseguido?». En ese instante, Andrés nos miró más serio que nunca y dijo: «Lo he robado del despacho del hermano Ramón. Siempre que me lleva castigado allí, usa uno conmigo»
*Relato seleccionado por el jurado del III CONCURSO DE MICRORRELATOS "Círculo Creativo" de la Fundación Caja Círculo Burgos de entre los más de 2000 microrrelatos participantes.
Uf, qué buen post para algo tan espeluznante y depravado.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos.