D. Manuel es un hombre de una integridad intachable. Muy cumplidor en su empresa, lo que se dice un trabajador ejemplar. En cooperación con unos amiguetes se ha embarcado en un nuevo proyecto. Casi no puede dormir de los nervios.
Él ha entregado toda su energía por sus jefes pero, ahora que se acerca el crepúsculo de su carrera laboral, se ha enterado que quieren prescindir de él. —Hay que optimizar recursos —le dicen. Por eso ha dicho sí a la aventura de robar un banco.
La gravedad del asunto es que, D. Manuel, es el director de la oficina bancaria.
Jajaja. Quién mejor que él para lograrlo con éxito. Será su último trabajo bien hecho.
ResponderEliminarMuy astuto.
Un abrazo.
Josep, muchas gracias por tu comentario. En verdad es el más indicado para realizar ese trabajo.
EliminarUn abrazo.