Tú eras más de soñar, yo de cumplir tus sueños. Tu vida pendía de un gota a gota, entre sábanas blancas y ecos de silencio. Un atardecer me susurraste al oído: “Cariño, esta noche he soñado que volaba bajo una lluvia de estrellas”.
El tiempo venció a la espera. El mar de tu mirada arribó a su última playa. Guardé tus besos en mi piel y tu sonrisa en mi recuerdo.
Llegó agosto. Abracé tus cenizas a la brisa del mar. Y esta te dio alas para volar junto a las Perseidas.
Fotografía: Constantina @focuscada
Preciosos. Ese sueño cumplido por amor.
ResponderEliminarUn abrazo