—Miguel, me ha llamado otra vez el señor Mariano, el dueño del cine de verano. Dice que no te aguanta más. Que está harto de devolver el dinero y que el público está dejando de ir. Que esta semana has interrumpido las proyecciones tres veces. El lunes, “Lo que el viento se llevó”, justo cuando la protagonista iba a decir eso de: “Juro que no volveré a pasar hambre…”. El miércoles te cargaste el final de “Casablanca”, que no vieron ni despegar el avión. Y ayer sábado, cuando comenzaba la escena de la ducha de “Psicosis”, los dejaste a todos mirando el verde de la pared del frontón.
—Mamá, pero si estaban tapándose los ojos en el momento que comenzó a escucharse la musiquita esa.
—Te he dicho mil veces que no necesitas cubrirte con ninguna sábana blanca para asustar a la gente desde que te atropelló el tren y lo único sano que pudimos recuperar de ti fue tu pierna derecha.
Relato inspirado en la fotografía de Cristina García Rodero
Uf, qué imaginación a raíz de una foto. Magnífico relato de cine de verano con pantalla de sábana blanca
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarBesos.