Menos mal, vuelvo a ver la luz. Eso quiere decir que estoy con vida. La verdad, ha sido un milagro. El golpe ha debido de ser tremendo. Me duele todo. Tengo un vago recuerdo de lo ocurrido, como si mi mente anduviese perdida en medio de una espesa niebla. He escuchado «¡Apártate del medio, gilipollas!». Entonces, al darme la vuelta en mi retina ha quedado grabada la sonrisa sádica del individuo que me ha empujado.
Me reincorporo, subo al andén y desde lo alto, en medio de las vías del tren, observo con horror mi cuerpo destrozado.
Las palabras son: LUZ / VIDA / MILAGRO / RETINA / SONRISA
¡Ups, Javier, qué final!
ResponderEliminarYolanda, muchas gracias por tus palabras y por tu visita.
EliminarBesos.
Caray, qué final, pero es bueno verse muerte desde arriba, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos.