En mi cabeza revolotean las miles de aventuras que he vivido. He recorrido los rincones más ocultos y misteriosos del África. He navegado por todos los mares y océanos. En todos ellos he dejado un pedazo de mi corazón. También he observado y casi alcanzado la luna y las estrellas. Pero desde hace un tiempo, mi familia dice que tengo demasiados pájaros en la cabeza. Me han encerrado entre cuatro paredes para ahogar mi existencia. Incluso, en ocasiones, me ponen esta camisa que me inmoviliza. Pero lo que no pueden atar es mi mente. En ella leo y releo cada libro que, alguna vez, ha estado entre mis manos. Y, el día que menos se lo esperen, volveré a ser libre, ya que, gracias a mi imaginación, he aprendido a volar.
Esta semana el relato se basa en una fotografía de @maggietaylor.art
Es que leer es adictivo, como volar :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos.