sábado, 21 de agosto de 2021

COITUS INTERRUPTUS

     El picadero, así llamábamos, mi hermano y yo, al descampado que había detrás del colegio. Era nuestra distracción sabatina. Al atardecer los coches llegaban, aparcaban y comenzaba ese rítmico bamboleo. Si el vehículo era un “Citroën Dos Caballos” aquello se convertía en un espectáculo.

     Lo que más nos divertía era acercarnos sigilosamente y dar un golpe seco en la chapa. Bruscamente cesaba el movimiento y veíamos asomarse por las ventanillas sus rostros sudorosos. Siempre salíamos corriendo. Excepto aquella tarde cuando los ojos que se asomaron tras el cristal fueron los de mamá y aquel no era el coche de papá.


#Recordando Wonderland: serie de entradas, en las cuales voy a recordar los relatos que en su día envié a Wonderland/RNE4 y que resultaron ganadores o finalistas.
Microrrelato finalista del concurso del programa Wonderland/RNE4 28/10/17



6 comentarios: