Las palabras que aprende por la noche son las únicas que sabe usar durante el día. Por su enfermedad su memoria es tenue y apenas le dura 24 horas.
Son casi siempre las mismas, esenciales para convivir y mantenerse vivo.
La pasada noche ha habido un problema en su lista y ha ocurrido el mayor de los errores, han aparecido “muerte”, “sangre”, “asesino”….
Hoy se ha levantado, ha desayunado, ha tomado sus pastillas, ha cogido un cuchillo y ha salido a la calle dispuesto a matar.
(microrrelato presentado el 21/10/16 al concurso de Radio Castellón)
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