Era el día, había estado preparándome, todos se fijarían en mí. Estaba todo dispuesto, la sala iluminada, los actores con sus trajes, yo era la estrella. Entré tranquilo, al centro, bajo esos potentes focos, me pusieron la máscara, cerré los ojos, me concentré y comenzó la función. Todo transcurría como en un sueño, pero de repente escuché que la gente hablaba nerviosa –“¡rápido se nos va!”- -“¡atención palas!”-.
Luego un pitido continuo, una luz blanca y mucha paz…
¡Qué bueno! Enhorabuena, Javier.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita, Patricia.
EliminarEstoy muy contento.
Javier, enhorabuena por este excelente relato ganador. No desvelas hasta el final de lo que estás hablando, llevando a la confusión de creer que hablas de una función de teatro, cuando no tiene nada que ver.
ResponderEliminarMuy merecido el premio.
Besets al collet.
Muchas gracias, Pilar, por tu visita y tu comentario. Ya sabes que me gusta escribir engañando al lector. Estoy muy feliz, y te lo debo a ti por tu apoyo.
EliminarBesets al collet.
¡Excelente, Javier! Juegas hábilmente con el lector. Un premio muy merecido.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Carmen, por tu visita y tu comentario. Estoy muy contento.
EliminarBesos.
Enhorabuena, Javier!! Nos gustaría librarnos de ese escenario por muchos años. Besos.
ResponderEliminarGracias, Olga, por tu visita, me alegro mucho por verte por aquí. Ojalá a todos nos tarde en bajar el telón.
EliminarBesos.
Enhorabuena Javier, este tipo de relatos me encantan. Jugando con el lector hasta el final.
ResponderEliminarFelicidade, un beso. Disfrútalo.
Gracias, Malu, por tu visita. A mí me encanta jugar al engaño.
EliminarBesos
Felicidades, Javier. Buena actuación.
ResponderEliminarGracias, Rafa por tu visita.
EliminarUn abrazo.