Llegaron con ella, otra vez, las náuseas, la angustia, el llorar bajo las sábanas.
Trabajo, ir, entrar, dar los buenos días; el silencio, la única respuesta. Estar, no ser visto, sentirte transparente, invisible, ignorado, ninguneado. Creerte basura o ni eso.
Mirar la ventana, el vacío, la distancia. Desear morir… ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario