El tiempo se detuvo desde que te conocí. Caí atrapada por tus falsos destellos. Apagaste mi ser. Incluso, los silencios de mi mente dependían de ti. Tú lo ocupaste todo, eras mi principio y fin. Me absorbiste tanto que, cuando quise darme cuenta, ya no era nada.
Al cansarte de mí, me abandonaste como un juguete roto. Quedé deambulando en un espacio sin tiempo. Entonces, descubrí que lo mejor era estar a años luz de ti.
Buen texto. Hay muchas mujeres que casi pierden su esencia, para acoplarse en el otro. ES bueno permanecer fiel a sí misma.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarBesos.