Cuando era pequeña, mi abuelo Luis me contaba cuentos en el cobertizo que había al fondo del huerto. Siempre lo hacía cuando mamá y la abuela salían al mercado. Eran historias de princesas donde yo era la protagonista. Poco a poco, dejaron de gustarme. Vencí el miedo al abuelo y deje de acudir.
La misma tarde que descubrí a mi hermana saliendo de allí, murió el abuelo. La brisa del atardecer arrastró las volutas de aquel infierno. Nadie averiguó como sucedió. Pero, desde el borde del camino los ojos negros de una lechuza fueron testigos.
Para escribirlo te dan la frase inicial y final.
Elegido como MENCIÓN por el jurado de EstaNocheTeCuento-ENTC Convocatoria ENTCerrado 0 Especial A Curuxa.
Elegido como MENCIÓN por el jurado de EstaNocheTeCuento-ENTC Convocatoria ENTCerrado 0 Especial A Curuxa.
Muy buena la historia. Porque está contada con maestría. Siendo un tema más que peliagudo.
ResponderEliminarUn abrazo navideño y feliz noche
Muchísimas gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
Muchas gracias, Julio David, por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas.