Federico no creía en fenómenos paranormales. Pensaba que ningún espíritu o alma era capaz de regresar del más allá. Hoy, había cedido a las presiones de su mujer para acudir a Madame Butterfly. Eso sí, iba a armar la de Dios es Cristo.
Al iniciarse la sesión, Federico lanzó por tierra lo que había sobre la mesa. Cogió un vaso de agua y comenzó a moverlo sobre la güija. Su mujer enloquecía. La pitonisa casi no podía tomar nota.
Cuando todo se tranquilizó, Madame Butterfly leyó el mensaje: “Mariana, soy Federico. ¿Es que ni muerto me vas a dejar en paz?”
Las palabras son: ESPÍRITU / ALMA / CRISTO / TIERRA / AGUA
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