Necesitaba respirar. Acabar con aquel cosmos de insultos y vejaciones. La situación era imposible de aguantar, tan difícil como pronunciar la palabra janushirasana cuando acudía a yoga. Intentaba que nada me afectase. Pero todo tiene su límite. Esa mañana, al entrar en el aula, no pude más. Lástima que ya no me llamasen “ojo de águila”, como hace algunos años. Por desgracia, no pude distinguir los rostros de mis alumnos, buenos o malos, cuando comencé a disparar.
Relato publicado 1ª semana Diciembre/18 en la web solidaria cincopalabras.com
Las palabras son: RESPIRAR / COSMOS / JANUSHIRASANA / ÁGUILA / ALUMNOS
Joliones. Ser maestro puede ser una ejerciccio de paz interior, y a vec, claro, se agota la paciencia y la paz :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias `por tu comentario.
EliminarBesos.