¡Copón bendito! ¡Han venido todos! El primero, el mamonazo de mi jefe. Si supiese la de veces que me he tirado a su mujer, se iría.
¡Cagüen to! La arpía de mi ex. Será hija de la gran… Ojalá se estampe con esos taconazos. A saber, de dónde vendrá de subirse las bragas.
¡Hostia! ¡La puta! Perdón, la Reme, la única persona que me ha dado verdadero cariño.
Mira, ahora, va a hablar el cabronazo de don Julián, el cura. Me callo por respeto, ya que yo, las iglesias solo en verano y para tomar el fresco —Vamos a dar el último adiós a nuestro hermano Manolo…—
¡Joder! Si sé esto, no me pego el tiro en la cabeza.
Fotografía de Kristina Flour en Unsplash
Qué bueno ese monólogo de Manuel, muy divertido y de hecho, macabro.
ResponderEliminarUn abrazo y porque las palabrotas no sean necesarias.