El abuelo Andrés hace tiempo que solo pesca soledades. Con el paso del tiempo, la vida le ha ido arrinconando en el desván de los trastos inútiles. Ya nadie se acuerda de él. Su móvil, sumergido en la nostalgia, desborda llamadas enviadas sin respuesta. Solo quiere escuchar un hola, un te quiero o simplemente un ¿cómo estás?
Tal vez, la hojarasca del olvido ha cubierto sus recuerdos, pero sus sentimientos permanecen adormecidos a flor de piel. Apenas necesita una caricia para despertarlos.
Hoy, por fin, ha sonado su teléfono. Es uno de sus hijos. En el mismo instante en el que le embarga la emoción, su corazón deja de latir.
Relato escrito para EstaNocheTeCuento-2021
EmocioNanTCe: LA TRISTEZA Y LA NOSTALGIA
Hermoso,y es así como el tiempo va...
ResponderEliminarIsabel, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn saludo.
Una cruel y triste realidad!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
EliminarUn saludo.
Precioso pero muy triste...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
EliminarUn saludo.
Muy real. Esa spera...de la vejez.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarBesos.
Ahí está la realidad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Margarita, por tus palabras
EliminarBesos.