La ceremonia tiene que ser inolvidable. No puede faltar ningún detalle. Las primeras filas, reservadas para los familiares más allegados. Las flores dispuestas. He hablado con el cura para que no se alargue en la homilía. Al final, el orfeón del pueblo cantará en la misa e, incluso, les he indicado alguna pieza. El refrigerio, para después, en el bar de enfrente de casa.
La iglesia está llena. La espero en la entrada. Al fondo veo llegar el coche, por una vez es puntual. No puedo reprimir las lágrimas. Ayudo a bajarla mientras, de fondo, las campanas doblan por ella.
(relato enviado al programa de RNE4 - Wonderland
blog.rtve.es/wonderland/ 23-09-17 - Finalista)
Javier, un relato maravilloso en el que nos mantienes en el equivoco hasta que el final, con un giro totalmente inesperado.
ResponderEliminarEnhorahuena. Merecidisimo ese puesto finalista en Wonderland.
Besos muy muy apretados al collet.
Muchas gracias, Pilar, este relato tiene parte de ti, ya que me ayudarte a escribirlo y incluso alguna frase, como ese genial final es tuyo. Gracias.
EliminarY como siempre es una alegría y un honor ser elegido como finalista en WONDERLAND.
Besets al collet.
Muchas gracias, Julio David.
ResponderEliminarUn saludo.