domingo, 2 de septiembre de 2018

TRES EN UNO


    No pudo seguir adelante sin ella. Cuando la vio allí tirada, pensó lo peor. Se acercó a duras penas y tumbado a su lado permaneció un rato en silencio. Luego, mojó unos pañuelos de papel, con el agua de la botella que llevaba en su mochila, y le limpió los restos de tierra que tenía pegados. A primera vista, no parecía que tuviese nada grave. Logró levantarla con gran esfuerzo. Cuando estuvieron preparados para reanudar la marcha, al dar el primer impulso pensó que, cuando llegasen a casa, debería ponerle aceite en las ruedas ya que al girar chirriaban.



(Relato presentado al concurso de Editorial Zenda #historiasdebicis)


1 comentario:

  1. Muy bueno. Las bicis son para el verano y para todo el año, así que mejor cuidarlas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar