martes, 19 de marzo de 2019

GAMBITO DE DAMA

     La situación de Smailov era desesperada. Su futuro estaba más oscuro que las piezas negras a las que se enfrentaba. Petrov, su oponente, era insaciable. Ya se había quedado con una torre amueblada y los caballos pura sangre. Pero seguía enrocado en su idea. Quería más. Si Smailov no tomaba alguna medida extrema, sería su fin, en dos jugadas le darían jaque mate. Al fin sucumbió y, entre lágrimas, le entregó a Petrov su dama blanca y radiante. Este se la arrebató y, de inmediato, se dirigió al mostrador para registrar el matrimonio ante el funcionario.


Relato escrito a partir de esta fotografía de la Sala de espera de la Oficina del Registro Matrimonial de Tallin, URSS, del año 1973.


2 comentarios:

  1. Qué bueno, qué imaginación tan exquisita ese enlace sorpresa entre fichas y damero.

    Un abrazo

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