domingo, 20 de octubre de 2019

UNA MIRADA, UNA SONRISA, UNA CARICIA

     Lo que daría porque su dulce voz me susurrase lavavajillas, espumadera o colesterol. Ahora, esas palabras me suenan a música celestial, pero antes, las ignoraba, no las oía cuando me las decía. Creía que era su obligación, que ella era casi como un mueble más de la cocina. Por eso, aquella mañana, cuando escuché aquel silencio supe que algo pasaba. Entonces, vi su cuerpo en el suelo, inerte, sin vida, y una nota a su lado. Al leerla me di cuenta de que ella era algo más. Tan solo ponía: “Echo de menos una mirada, una sonrisa o una simple caricia”.


Relato escrito para microcuento.es en su sección microcuento.es/cuentos-cortos/ para el mes de SEPTIEMBRE/19


Fotografía de Sydney Sims en Unsplash

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