En este momento estoy recordando todo lo que leí antes de comenzar este crucero y, la verdad, a la naviera no la podré denunciar por publicidad engañosa. En aquellos folletos ponía: “Vive una aventura en pareja”. “La vida hay que disfrutarla hasta el final”. Ahora que mi mujer y yo, solos en este bote salvavidas, oteamos en el horizonte una playa del Caribe, estoy más seguro que mentiras no había ni una. A lo mejor, les puedo reclamar algo por aquello de: “Le llevaremos a un oasis paradisíaco”. Aquí lo más parecido a un oasis es mi esposa, que fue cabaretera como Lita Claver “La Maña”, que actuaba en una sala de idéntico nombre.
Ahora mismo, solo deseo que los tiburones que rodean la embarcación, si se tienen que comer a alguien, que empiecen por la foca de mi mujer.
(Había que utilizar las palabras: UNA PLAYA DEL CARIBE / UNA FOCA / LITA CLAVER, "LA MAÑA")
Muy ingenioso, me ha encantado. De verdad no creo que yo pudiera escribir algo que le llegara ni a la suela de los zapatos del tuyo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarPues yo creo que sí serías capaz de escribirlo, es cuestión de proponérselo. Este es un concurso quincenal.
Un abrazo.
Excelente relato Javier, un gran abrazo de letras.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge, por tu comentario .
Eliminarun abrazo enorme.