Fueron años de vencedores y vencidos. Fueron años de muertos olvidados en las cunetas. Fueron años que cuando llamaban a la puerta durante la noche, era la muerte quien lo hacía. Fueron años bendecidos por la iglesia, de pasear el odio y el miedo bajo palio. Fueron años que los desmemoriados quieren olvidar y volver a enterrar.
Pero, pese a todo, ella no puede olvidar. Y con el corazón roto por la tristeza, mi abuela sigue esperando que le indiquen un lugar, donde se encuentren los restos del abuelo, para poder ir a dejarle una flor.
Fotografía de Cristina García Rodero
Terrible realidad. Es el país de más muertos en cunetas, de tantos esqueletos por rescatar de las garras del odio a las ideas. vencedores vengativos hasta la sinrazón
ResponderEliminarUn abrzo.
Muchísimas gracias por tu acertado comentario. Tienes toda la razón.
EliminarBesos.