jueves, 30 de abril de 2020

PERDIDA

     Cuando mamá se ausentaba de casa, siempre me decía lo mismo: «Si te la llevas, cuídala, que no se pierda y no se te ocurra volver sin ella». Entonces, nos íbamos a jugar al balón a la explanada que había a orillas del lago.
     Aquella tarde, cuando íbamos a regresar, no la encontrábamos.
—¡Te juro que la he visto caer cerca del cobertizo!
—¡Tiene que aparecer!
—¡Por aquí no hay nada! Estoy tocando el fondo con las manos.
—Pues, la encuentro o mi madre me mata.
—¡Aquí veo algo! ¡Sí, está bajo el agua, inmóvil, atrapada por el fango!
—¿Seguro qué es la pelota?
—¡No, es tu hermanita!


Relato escrito para microcuento.es en su sección microcuento.es/cuentos-cortos/ para el mes de ABRIL/20


Fotografía de Meritt Thomas en Unsplash

6 comentarios:

  1. Madre mía qué horror, para los padres y para ese hermano mayor, quien llevar´por siempre la culpa en sus entrañas.

    Bune post. Un abrazo y feliz viernes

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  2. Ufff, qué sacudida final!!!
    Pero de eso se trata. Bien hecho, Javier.
    Un beso

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    Respuestas
    1. Hola!!!! Margarita, muchísimas gracias por tu visita y tus palabras.
      Un beso.

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  3. Qué duro para comenzar la madrugá. Un gran abrazo Javier

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