Siempre escuché un “mamá te quiere”, pero nunca un “papá te quiere”. Jamás me atreví a preguntar. Aunque, cuando ella decía que se iba a trabajar y me dejaba encerrada en mi habitación, la oía al otro lado de la pared decir:
—Papaíto, ¿qué quieres que te haga esta noche?
(microrrelato publicado en cincuentapalabras.com Enero/18)
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