He dormido tan perfectamente que no sé ni donde estoy. Habrá que levantarse, me duele la espalda de estar tanto en posición horizontal. Aunque está todo demasiado oscuro, muy negro. Oigo pasos, alguien viene. Por fin la luz. ¡Qué bueno! Se acercan a mi lado y digo: —¡Buenos días! —que maleducados, ni una respuesta.
Parece que este que me mira más fijamente va a decir algo: —Señores, vamos a comenzar la autopsia.
Solo espero que no sienta dolor, jajaja
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Muchas gracias, Josep, por tu visita y tu comentario. Creo que en la situación que está no sentirá dolor, aunque sí interior al saberse muerta.
EliminarUn abrazo.